Ciudad de México.– La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha sentado un precedente fundamental para el derecho de autor en México al resolver que únicamente las personas físicas pueden registrar obras, al considerar que la creatividad y originalidad –elementos esenciales de la autoría– son atributos exclusivamente humanos. Esta decisión, anunciada por el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR), responde a la creciente inquietud internacional sobre el papel de la inteligencia artificial en la creación de contenidos.
En el Amparo Directo 6/2025, la Corte respaldó la negativa del INDAUTOR de registrar la obra digital “Avatar Virtual”, cuya creación se atribuyó en su totalidad a una plataforma de inteligencia artificial. La sentencia enfatiza que “el derecho de autor es un derecho humano y corresponde únicamente a las personas físicas, pues está ligado intrínsecamente a la creatividad y originalidad propias del ser humano”, según el pronunciamiento oficial.
Este fallo tiene implicaciones profundas para el ecosistema emprendedor y empresarial del país. Si bien la inteligencia artificial representa una herramienta valiosa para la optimización y el crecimiento de las empresas, la SCJN subraya que los derechos derivados de la creatividad no pueden transferirse a sistemas automatizados.
La decisión mexicana se alinea con tendencias internacionales. En 2023, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos también negó el registro a obras generadas exclusivamente por inteligencia artificial, argumentando que la ley protege las creaciones que emanan de la mente humana.
Así, la Corte ha defendido el principio de propiedad privada intelectual, vital para la innovación y el emprendimiento, y ha rechazado la posibilidad de que entidades no humanas –incluidas empresas o sistemas de inteligencia artificial– retengan derechos exclusivos sobre creaciones generadas autónomamente. El contenido producido únicamente por inteligencia artificial será considerado de dominio público, sin protección legal bajo la Ley Federal de Derechos de Autor.
Este precedente reafirma la importancia de mantener un marco jurídico ordenado que incentive la creatividad, respete la propiedad privada y limite la intervención estatal a la protección de los derechos individuales, en consonancia con los valores fundacionales de una sociedad libre y productiva.